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«Una PIZARRA para gobernarlos a todos».

Seguro que te suena esta referencia. Y al igual que el anillo, quien controla la pizzara tiene el gran poder de tomar decisiones.

Vamos a ello…

Cuando haces la anamnesis y recoges todos los datos de la exploración, imagino que lo apuntas en papel o en el ordenador.

Esos datos están transcritos y tú te tienes que hacer una idea mental de tu paciente, para determinar cómo abordarlo. Esto requiere un poder de abstracción importante. Por no hablar de recordar todo durante el tratamiento.

Lo normal es hacer partícipe al paciente, informándole de los hallazgos y explicándole lo que le vas a hacer y en qué orden. De nuevo el paciente se lo tiene que imaginar y rara vez lo suele tener muy claro.

Como puedes ver tenemos un problema.

Cuanto más complejo sea el caso de tu paciente, más difícil será retener toda la información en la cabeza, y mas difícil será que el paciente entienda lo que le dices.

Cuando más complejo sea el caso de tu paciente, más difícil será retener toda la información en la cabeza, y mas difícil será que el paciente entienda lo que le dices.

Entonces…

¿Para qué sirve la pizarra?

Utiliza tres cruces que estén permanentemente en la pizarra.

Cada cruz es una parte del cuerpo y lo divide en: anterior, posterior, derecha e izquierda; miembros inferiores, tronco y miembros superiores.

2º Anota todos los problemas para ver más claro las posibles soluciones.

Cuando anotes todos los problemas que presenta el paciente y los hallazgos en el lugar que corresponde, podrás ver claro las relaciones y posibles compensaciones, e incluso valorar mejor tu orden de acción.

También es muy visual para el paciente ver todo lo que tiene y ver cómo, durante el tratamiento, desaparecen todas las anotaciones de la pizarra.

3º Si hiciste un buen diagnóstico y aplicaste un buen tratamiento, la pizarra debe quedar limpia de anotaciones.

Habrá quedado claro cuáles son las causas y las consecuencias. De este modo tú validas tu tratamiento y el paciente comprende que vas por el buen camino.

4º Si no eres capaz de que quede limpia al final del tratamiento, la pizarra te demostrará que fallaste en el diagnóstico o en el tratamiento.

5º La pizarra también te sirve para apuntar curiosidades.

Algo que te sorprendió durante la exploración o que no entiendes, y dejas anotado como recordatorio de que tienes que indagar o contrastar. Esto te ayudará a mejorar tus conocimientos y habilidades.

6º Cuando más grande sea la pizarra mejor (no seas tacaño)

Hazme caso y compra la más grande que quepa en la pared de tu box. Yo tengo una pizarra de 240×120 m y a veces se me queda pequeña. A parte de estar cegato y precisar letras grandes.

Ya me contarás cómo te va con tu pizarra y si quieres saber cómo se queda limpia a final del tratamiento escríbeme y te contaré mi secreto.