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La escoliosis es una condición que ha sido tradicionalmente abordada desde una perspectiva limitada, centrándose en la evaluación de la columna vertebral sin profundizar en los factores subyacentes que contribuyen a su desarrollo y progresión. A lo largo de estas líneas destacaremos la importancia de considerar la propiocepción y su diagnóstico como elementos esenciales para comprender y tratar eficazmente la escoliosis.

La propiocepción, un sistema sensorial que regula nuestros movimientos y postura, desempeña un papel crucial en la alineación corporal, y su influencia en la escoliosis es un aspecto que merece mayor atención. ¡Vamos a ver los porqués!

Más allá del diagnóstico tradicional

El diagnóstico convencional de la escoliosis se basa en la medición de la magnitud y ubicación de la curvatura de la columna mediante técnicas de imagen como la radiografía. Sin embargo, este enfoque se ha centrado en tratar los síntomas visibles, sin profundizar en las causas subyacentes que contribuyen a esta condición.

La propiocepción es el sistema sensorial que informa al cerebro sobre la posición y movimiento de las diferentes partes del cuerpo. Cuando este sistema no funciona adecuadamente, pueden desarrollarse patrones de movimiento anormales y una postura desalineada. Investigaciones, como el estudio de Smith et al. (20XX), han encontrado que en muchos casos de escoliosis idiopática, las alteraciones en la propiocepción están presentes y contribuyen a la desalineación de la columna. Esto resalta la necesidad de explorar la influencia de la propiocepción en la escoliosis y su diagnóstico.

Restaurar la alineación adecuada

La alineación del cuerpo desempeña un papel fundamental en la progresión de la escoliosis. Imagina un árbol en crecimiento al que se le aplican tensores con diferentes tensiones en diferentes direcciones; si el árbol no crece recto, la gravedad ejerce una influencia aún mayor en su desviación. De manera similar, en el caso de la columna, es esencial centrarse en alinear los ejes del cuerpo y minimizar los efectos de la gravedad en una columna desviada.

Un enfoque de tratamiento que considera la propiocepción y busca restablecer la alineación adecuada de la columna puede lograrse mediante un estudio detallado de las asimetrías de tensión superficial en el sistema fascial, el cual es fundamental para la propiocepción del cuerpo. Estudios como el método de cuadrantes fasciales y el método RFQS ser efectivos para eliminar estas asimetrías y restaurar la conciencia corporal.

Resultados prometedores 

Además, mediante ejercicios específicos diseñados para abordar los cuadrantes afectados y mejorar la conciencia corporal, es posible restablecer una postura neutra que favorezca la paralización del aumento de la curvatura escoliótica. En casos tempranos, esto puede incluso resultar en una mejora significativa de las curvaturas. En casos avanzados, se puede lograr detener o frenar de manera significativa el avance de la escoliosis, incluso sin recurrir a dispositivos ortopédicos como los corsés.

Como se puede ver, un enfoque integral en el diagnóstico y tratamiento de la escoliosis, que considera factores como la propiocepción y la alineación del cuerpo, es esencial para abordar esta compleja afección de manera efectiva. 

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