fbpx
Hoy quiero hacerte reflexionar sobre el pie. Es la base sobre la que se sostiene el cuerpo y es lógico que si está mal, sufra el resto del cuerpo y haya que corregir el pie. ¿De verdad crees que es tan sencillo?

Mira de nuevo la torre de Pisa. ¿Qué esta mal?

La base sería el pie y el cuerpo sería la torre. La base está torcida y por ello el edificio también, pero todos estamos de acuerdo que el peso del edificio hundió e inclinó la base.

 

¿Qué pasa con nuestro pie?

La base de la torre (pie) se puede deformar por las fuerzas que vienen de arriba y por las de abajo. Claro está que un traumatismo también puede, pero dejemos esto para otra vez.

Lo que más deforma un pie desde abajo es el calzado.

 

Cuando los terapeutas miramos el calzado solemos inspeccionarlo por su desgaste. Pero pocos conocen las implicaciones mecánicas de los tipos de calzado en la forma y fuerza del pie, para luego soportar el cuerpo.

¿Para qué tratas el pie si no tienes conocimientos sobre calzado y no puedes eliminar la causa, o al menos aconsejar un cambio?

¡Las modas de calzado qué malas son! Eliminemos primero la causa, que sería el calzado, y luego nos centramos en el pie.

 

¿Qué pasa con nuestro cuerpo?

Aquí tenemos la torre. Si pesa demasiado o está mal proporcionada puede tender a hundirse o inclinarse en exceso. Nuestro cuerpo, por un mal uso, puede generar alteraciones de tensión asimétricas, que le saquen de su equilibrio y desplacen así, más o menos fuerza, sobre un pie con diferentes angulaciones y vectores de fuerza.

¿Para qué tratas el pie si el problema viene de arriba?

Descartados los problemas de calzado es casi seguro que el problema no está en el pie. Imagina la fascia superficial que se tensó como un calcetín que envuelve el pie. ¿Si te pones un calcetín varias tallas más pequeño qué pasa?

Se te arrugan los dedos y el pie se encoje. Muy simplificado que no me quiero enrollar y describir todas las alteraciones posibles. Si leíste el post sobre los receptores de la piel y el papel que se le adjudica, podrás ver similitudes con lo que te contaron de los pies.

Si el pie está mal se trata el pie.
Si está muy mal se le pone una plantilla para que corrija lo de arriba, sin importar que perpetúe el problema que hizo que esté así.

Y, ¿qué hay de la reeducación, conciencia y motricidad final de los pies que muy pocos trabajan?

Solo cuando hubo un trauma. Piensa, piensa, piensa y pregúntate mil veces el porqué. No te quedes con lo que te explicaron y razona tu intervención. Apóyate en nuevo conocimiento y en colegas que dominen la patología y no tengan una visión de foco cerrado.

Estaré en FISIOEXPO Madrid del 14 al 16 de octubre. ¿Por qué no te vienes y charlamos en el stand de Herycor?