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Te voy a dar el tostón con el esternón.

Cuando hablamos de cintura escapular pensamos como elementos claves de su funcionalidad en la musculatura del manguito rotador, escalenos, pectoral y, naturalmente, también la innervación. Pero todo esto es secundario ya que el director de orquesta de la cintura escapular es el esternón. ¿Alguna vez lo has diagnosticado o tratado?

Como de costumbre, habrá muchos que piensen que qué me habré fumado. Como ya me contestaron en un webinar en el que hice una consulta sobre puntos gatillo y tensión fascial…

Pero, vamos al grano.

La fascia del esternón controla la tensión de la fascia del pectoral, que se continúa con la del brazo. Piensa que la mayoría de movimientos diarios implican elevación, abducción y retropulsión.

Así, una falta de movilidad por una fascia tensa, limita el movimiento y exige una mayor fuerza de los músculos que ejecutan la acción. Los cuales están principalmente en la parte posterior.

El esternón también controla la tensión de la parte anterior del cuello, afectando a las fascias de los músculos que se insertan en la clavícula, hueso clave en la movilidad del hombro.

Las costillas, que se articulan con el esternón y las vértebras dorsales, también se ven afectadas por la fascia que recubre el esternón, limitando los movimientos de rotación dorsal e incrementando la exigencia de movilidad al hombro que sufre ese exceso.

Como puedes imaginar y te puedo confirmar, sabiendo diagnosticar el esternón y tratándolo correctamente, cuando toca y si hace falta, solventas la mayoría de patologías de dorsales, hombro y cuello.

Recuerda que el esternón será una parte del diagnóstico global y solo se trata si es preciso, ya que el esternón puede ser una adaptación a otra tensión más distal.

Como siempre te invito a reflexionar, leer más y si te apetece hablar conmigo.