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Si consideras que la epicondilopatía es un problema mecánico del codo estás muy equivocado.

Damos por sentado que es una lesión de alguno de los tendones del codo por estrés mecánico y que su tratamiento es local.

Pues hoy vengo a desmontar el mayor error de la epicondilopatía. ¿Estás preparado?

 

1º La gran mayoría de inflamaciones tendinosas tiene un origen químico.

La causa principal es una acidosis metabólica o un síndrome metabólico que se acentúa o despierta con un estrés mecánico que, en condiciones normales, sería irrelevante.

Así que lo primero que tendrías que hacer como fisio es consultar o derivar a un nutricionista que solvente su problema metabólico, sin el cual difícilmente podremos curar a nuestro paciente.

2º Resuelto el problema metabólico aún no podemos tratar el codo.

El mayor causante de estrés mecánico del epicóndilo se encuentra en el trapecio que, a través de tensión fascial, incrementa la tensión local en el codo. Junto al problema metabólico desencadenan el 90% de las lesiones. 

Por esto tienes gente oficinista con esta patología. Si palpas el trapecio del lado del codo afectado verás que es mucho más doloroso que el contrario.

¿Qué viene después?

Suponiendo que has hecho un diagnóstico diferencial global y has eliminado todas las demás perturbaciones que pueden afectar al trapecio, ya podrías dedicarte al codo si es que aún duele.

Todo el cuerpo puede afectar al codo, pero los principales actores serán el trapecio y problemas metabólicos. Y así se acaba con el principal error a la hora de tratar la epicondilopatía. ¿Conocías este procedimiento?