¿Puede la diatermia ser clave en el tratamiento de acuaporinas y fascia? Como terapia que utiliza corrientes de alta frecuencia para generar calor profundo en los tejidos, la diatermia ofrece un enfoque innovador para la modulación de las acuaporinas y la optimización del sistema fascial, abriendo nuevas posibilidades en el tratamiento de diversas patologías.

Mecanismos de acción

 

  • Efecto térmico: al aumentar la temperatura tisular, podría influir en la actividad de las acuaporinas. Estudios sugieren que la temperatura puede modular la permeabilidad de las acuaporinas, afectando el flujo de agua a través de las membranas celulares. La diatermia podría, por lo tanto, optimizar la función de las acuaporinas, favoreciendo el equilibrio hídrico y la homeostasis celular.
  • Efecto bioquímico: La diatermia también podría actuar a nivel bioquímico, modulando la expresión y la función de las acuaporinas. Se ha observado que la diatermia estimula la producción de ATP (adenosín trifosfato), la molécula energética de las células. El ATP podría influir en la fosforilación de las acuaporinas, un proceso que regula su actividad y permeabilidad.
  • Efectos sobre la fascia: Al mejorar la microcirculación y el metabolismo celular, la diatermia podría optimizar la hidratación y la elasticidad del tejido fascial, favoreciendo su deslizamiento y función.

Protocolos de aplicación: tipo de diatermia, tiempos y frecuencia

 

  • Modalidades: Tanto la diatermia capacitiva como la resistiva son beneficiosas. La capacitiva, al actuar sobre tejidos ricos en agua, puede ser especialmente efectiva en el tratamiento de la fascia.
  • Tiempos de aplicación: Sesiones de 15 a 30 minutos, adaptadas a la zona y la patología.
  • Frecuencia: La frecuencia óptima puede variar según el caso, pero se recomienda un mínimo de 2 sesiones por semana para obtener resultados significativos.

Sinergia con la Terapia Manual Instrumentalizada (TMI)

  La diatermia puede potenciar los efectos de la Terapia Manual Instrumentalizada, como la liberación miofascial con herramientas TMI. Al combinar ambas terapias, se puede lograr:  
  • Mayor relajación muscular: ayuda a relajar la musculatura, facilitando la aplicación de las técnicas manuales.
  • Liberación fascial más efectiva: La diatermia optimiza la hidratación y la elasticidad de la fascia, permitiendo una liberación más profunda y duradera.
  • Reducción del dolor y la inflamación: La diatermia tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios, complementando los beneficios de la terapia manual.

Aplicaciones clínicas

 

 

  • Síndrome de la cintilla iliotibial:Aplicación de diatermia capacitiva en la zona lateral del muslo, combinada con liberación miofascial instrumentalizada, para reducir la tensión fascial y mejorar la hidratación de la zona.
  • Fascitis plantar: Diatermia capacitiva en la planta del pie, seguida de terapia manual con esferas para liberar las restricciones fasciales y promover la regeneración tisular.
  • Dorsalgia con restricciones fasciales: Diatermia resistiva en la zona dorsal, combinada con TMI para liberar la tensión fascial y restaurar la movilidad.

En conclusión, la diatermia se presenta como una herramienta prometedora para regular la función de las acuaporinas y optimizar el sistema fascial. Su combinación con la terapia manual instrumentalizada abre un nuevo abanico de posibilidades terapéuticas para abordar diversas patologías y mejorar la salud y el bienestar.