fbpx

Hablar de negocios en nuestra profesión suele molestar a muchos, pero vamos con la reflexión de hoy.

El tratamiento requiere un apoyo con ejercicio. Y si para realizar el ejercicio, el paciente precisa material específico, el fisioterapeuta se lo debe proporcionar.

Ahora vamos a por los pros y contras de vender productos a nuestros pacientes.

Por no hablar de los prejuicios que estigmatizan esta labor.

«Ya está el pesetero de turno queriendo sacarle los cuartos al paciente».

 

Esto es lo que pensarán algunos compañeros del fisio que lo haga y este será el motivo por el cual tampoco lo haga, ya que creerá que sus pacientes también piensan lo mismo: «este solo me quiere sacar más a parte de la visita».

¡Y aquí reside el mayor error!

Estaremos de acuerdo en que toda sesión de fisioterapia debería ir acompañada de unos ejercicios para casa. Y que para realizar esos ejercicios, puede que el paciente precise de un foamroller, gomas elásticas, pelotas lastradas, etc.

Cada fisio tiene su librillo y preferencia por el material que considera óptimo.

Por desgracia, no hay tantas tiendas deportivas de cercanía para que el paciente pueda adquirir el material. Nada que ver con las farmacias. Si te fijas, siempre hay una próxima a los hospitales para empezar el tratamiento recién salido del médico.

¿Ya ves por dónde voy?

Así que, si el paciente no tiene el material a mano, puede que demore varios días la compra o incluso ni lo compre. La idoneidad de completar en casa el ejercicio, de la mejor forma y con el material óptimo se pierde. La eficacia mengua y el paciente tarda más en recuperarse.

Por tanto, si como fisio no tienes la disposición del paciente el material que recomiendas, por miedo a que piensen que eres un saca cuartos, de alguna forma estás privando al paciente del mejor tratamiento que se complementa con ejercicio en casa.

¿Debe vender producto un fisioterapeuta?

Mi respuesta es SÍ.

Tu paciente, en última instancia, decide si compra el material en la clínica o en otro sitio. No se trata de obligarle a comprar. Todo lo contrario, agradece mucho que se le facilite la adquisición.

Así que, si el paciente no tiene el material a mano, puede que demore varios días la compra o incluso ni lo compre. La idoneidad de completar en casa el ejercicio, de la mejor forma y con el material óptimo se pierde. La eficacia mengua y el paciente tarda más en recuperarse.

Seguro que si hablas con la tienda de confianza que te suministra el material para la clínica y compras material extra en cantidades aceptables, te hará un descuento que puedas dar a tu paciente o quedártelo como beneficio.

También está la opción de plataformas como Amazon.

No veo por qué motivo no podamos ganar un dinero extra siempre que esté justificado el servicio.

Y es que, los beneficios de facilitar la compra de material in situ son múltiples:

  • La satisfacción del paciente.
  • La mejora de la recuperación.
  • Unos ingresos extra.

Así que no tengas miedo en vender producto a tu paciente. Piensa que si no lo haces le estás causando, en la mayoría de los casos, un prejuicio.